El 2024 marca un punto de inflexión significativo para Ethereum (ETH), con el creciente dominio de las “Dark Pool” que está redefiniendo el ecosistema de transacciones en la blockchain. Este fenómeno ha surgido como una respuesta directa a la necesidad de eludir los bots de front-running, herramientas automatizadas que monitorean las transacciones públicas en la cola de la red para aprovecharse económicamente.

Sin embargo, aunque estas transacciones privadas ofrecen protección contra tales prácticas, también están generando preocupaciones sobre la transparencia y la posible centralización de la red.

Las transacciones privadas en Ethereum, conocidas como Dark Pool, han pasado de representar un modesto 7% en 2022 a alrededor del 50% del uso total de gas en 2024. Este incremento exponencial es indicativo de un cambio estructural en la forma en que los usuarios avanzados de Ethereum interactúan con la blockchain.

En lugar de utilizar los mempools públicos, estas transacciones se envían directamente a los validadores o a los proponentes de bloques, garantizando un nivel de confidencialidad que las transacciones públicas con otras criptomonedas no pueden ofrecer.

Características principales

Entre las principales características de las transacciones privadas se encuentran:

  • Protección de la información contra los bots de front-running. Estos bots están diseñados para aprovecharse de las transacciones en espera, insertándose en la cola de operaciones con el objetivo de sacar provecho de las fluctuaciones de precio. Las transacciones privadas, al evitar los mempools públicos, hacen imposible que los bots monitoreen y actúen sobre esta información, protegiendo así los márgenes de beneficio de los usuarios.

  • Pérdida de transparencia en las transacciones. Esta característica ha sido históricamente uno de los pilares que ha sostenido la confianza de los usuarios en la blockchain, garantizando que todas las transacciones sean visibles y verificables por cualquiera. Con una cuota creciente de actividad moviéndose hacia las transacciones privadas, existe el riesgo de que la red se vuelva menos abierta, con la posibilidad de que invertir en criptomonedas se asemeje cada vez más al trading en los mercados financieros centralizados tradicionales.

  • Acceso limitado a las transacciones privadas. Esto puede crear una ventaja competitiva para unos pocos actores sofisticados que pueden permitirse ver y participar en estos flujos de transacciones exclusivas. Esto podría llevar a una centralización de la red, donde solo un número limitado de participantes se beneficie de la información privilegiada, lo que va en contra de la naturaleza descentralizada de Ethereum.

  • Medición más precisa del predominio de las transacciones privadas a través del consumo de gas en lugar del simple conteo de operaciones. Las transacciones privadas tienden a ser más complejas y, por lo tanto, requieren un mayor uso de recursos computacionales. Este indicador refleja mejor las dinámicas que ocurren dentro de la red Ethereum.

Oportunidades de regulación

A pesar de las preocupaciones, las transacciones privadas también ofrecen oportunidades. Con la volatilidad de las tarifas de transacción públicas que sigue siendo un problema, la posibilidad de operaciones más estables y predecibles podría atraer a un número creciente de usuarios hacia las Dark Pool. Sin embargo, esta tendencia debe equilibrarse con la necesidad de mantener un ecosistema transparente y accesible, que es esencial para el crecimiento a largo plazo y la confianza en la red Ethereum.

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El creciente dominio de las Dark Pool en Ethereum en 2024 subraya un cambio fundamental en la forma en que los usuarios interactúan con la blockchain.